La edad no podrá marchitarla, ni la rutina helará sus encantos. Otras mujeres sacian el hambre que alimentan, ella provoca más hambre cuanto más sacia. Pues hasta lo más impuro tanto purifica, que incluso los santos sacerdotes la bendicen si peca.
Publicado en 15 Agosto 2012 por María Pilar Clau
La edad no podrá marchitarla, ni la rutina helará sus encantos. Otras mujeres sacian el hambre que alimentan, ella provoca más hambre cuanto más sacia. Pues hasta lo más impuro tanto purifica, que incluso los santos sacerdotes la bendicen si peca.
Publicado en 1 Agosto 2012 por María Pilar Clau
Jorge Luis Borges Lunas, marfiles, instrumentos, rosas, lámparas y la línea de Durero, las nueve cifras y el cambiante cero, debo fingir que existen esas cosas. Debo fingir que en el pasado fueron Persépolis y Roma y que una arena sutil midió la suerte...